Sobre el headroom analógico.

La suma analógica

Del viejo conflicto analógico-versus-digital, o viceversa, es inútil hacer demasiadas reflexiones, por muchos planteamientos teórico-prácticos que tengamos para apoyar una u otra tecnología, al final, no deja de ser una cuestión de gusto personal y del famoso: “utilizar lo mejor de cada mundo”.

Cierto es que el mundo digital tiene grandes beneficios para el audio profesional y que las posibilidades prácticas de edición, grabación y automatización son inmensas, pero también tiene limitaciones significativas a la hora de mezclar en digital con una cantidad importante de pistas, principalmente con el “headroom” del bus principal. En realidad estas limitaciones están presentes en muchos de los sistemas de arquitectura obsoleta, pero también se dejan sentir en sistemas propietarios, como Pro Tools, o de DAW nativo, como Logic o Nuendo, no tanto por el sistema en sí mismo, sino también por la deficiente utilización que le damos.

Los sistemas digitales tienen un Top “intraspasable” en sus 0 dB “full scale”, que resulta muchas veces mal interpretado en una industria que recientemente utilizaba sistemas analógicos (la inmensa mayoría de las consolas de mezclas aún lo son), en donde el cero es sólo una referencia de punto óptimo de utilización para una mejor relación señal/ruido y, por consiguiente, mejor dinámica. Por encima de ese cero VU la consola, o por aquel entonces, la grabadora multipistas de cinta, aún tenían mucho que dar: normalmente unos 10dB o 20dB. Sin embargo por encima de cero VU “full scale” NO HAY NADA.

Como no nos queremos adaptar a esa realidad incuestionable y seguimos queriendo “dar caña” a nuestra escalera de LED´s, la solución a este problema “físico” lo encontramos en el mundo analógico con dos distintos métodos de trabajo:

  1. Podemos mezclar en una mesa de mezclas analógica seria, tomando nuestras señales del sistema de grabación digital elegido, utilizando una configuración “canal a bus” que nos posibilite disponer del mismo número de canales en la mesa analógica como de pistas grabadas. Mezclaremos entonces sin las limitaciones mencionadas y con una apertura excepcional en la mezcla.
  2. También podemos usar un SUMADOR, realizando la mezcla en el entorno digital, pero utilizando la configuración “canal a bus” antes señalada para sacar bus a bus nuestra mezcla y “sumarlas” en un dispositivo analógico externo que nos ofrece este “ancho de banda” que anhelamos.

 

Para este segundo sistema de trabajo Audient ha diseñado SUMO, un sumador analógico con compresor/limitador estéreo, que hará las mezclas más completas, más claras y más coherentes. El Aparato tiene 8 canales estéreo de entrada, aunque tiene la posibilidad de unir hasta 4 unidades, para tener así 64 entradas en total, todo esto en una unidad de rack gracias a los conectores Sub D-25. Los canales 1-2 y 3-4, de estos 8 estéreos, se pueden recibir en mono, aunque nos hubiera gustado más flexibilidad en este punto, parece que tendremos que encaminar nuestras señales mono hacia esos canales.

El compresor/limitador estéreo utilizado en este SUMO es el mismo que el utilizado en las mesas ASP 8024 de Audient y junto a un rango dinámico de 120dB, una respuesta en frecuencia de 22Hz a 22 kHz y un nivel de ruido menor a -92dB, convierten este aparato en algo muy, muy serio a tener en cuenta. Si a todo esto le añadimos la opción de salida digital AES/EBU, o SPDIF, a 24bits/192 kHz, un medidor de entrada de alta resolución, que se desplaza desde los -36dB a los +24dB, y unos puntos de inserción estéreo en la salida principal, pre o post compresión, convertimos este aparato en una “suma” de calidades y cualidades analógicas que compensará perfectamente la “resta” del “headroom” digital.